La Madre Naturaleza siempre nos muestra como selecciona los tonos para que nada resulte estridente en su mundo. Su paleta de colores siempre reparte y combina de manera prodigiosa para que cada color, cada textura tenga el sitio adecuado. En primavera es cuando despliega todo su potencial y se exhibe de manera espectacular.
Nuestro entorno no puede ser menos. Un paseo por el campo, un día como el de hoy, nos deja imágenes que en un museo admiraríamos, pero que pasan desapercibidas cuando el original se nos ofrece en todo su esplendor y una vida llena carreras nos impiden disfrutar.
Solo hay que hacer un alto y.... saber mirar.
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